Actualmente nos encontramos en una dinámica de desarrollo muy cambiante y muy acelerada, donde la mujer ya no solo se dedica a la familia, sino también trabaja y tiene ocupaciones de índole personal clases, o reuniones sociales.
Y nos encontramos en un ritmo de vida algo ajetreado, donde quisiéramos tener más tiempo y energía para poder realizar más cosas o simplemente para descansar lo necesario, y ante esto nos encontramos con muchas necesidades personales y físicas que no encontramos como cubrir, y a las que terminamos dejando de lado.
Y es aquí donde entra el cuidado de nuestro cuerpo….sí esa máquina perfecta que nos ayuda a realizar todas nuestras actividades en el día a día, y que si, es impermeable, es aguantador, es resistente y que a veces hasta nos enojamos con el porque se enferma, porque se cansa, porque necesita cuidados, alimentación….a veces llevamos una vida tan ajetreada que no si les ha dado por pensar, hay si no tuviera que dormir, podría aprovechar más mis noches, hay si no tuviera que comer podría aprovechar más mi tiempo, hay si no se enfermara ahorraría más mi dinero y no tendría que estar comprándole medicamentos, en fin. A mi si me ha pasado muchas veces esas ideas por la cabeza y suenan absurdas, pero lo cierto que obedecen muchas veces a que vivimos en una desconexión tremenda de esta máquina perfecta que es nuestro cuerpo y creemos que nos tiene que aguatar el ritmo, pues su nombre lo dice es una máquina y si es perfecto su funcionamiento y es asombroso y es maravilloso y no terminaríamos de asombrarnos de todo lo que es capaz de llegar hacer. Y eso está genial ya tenemos una de esas y fue un regalo, no hemos pagado nada por ella. Tenemos un cuerpo y la ciencia es lo que dice de él,…es perfecto, pero nosotros que decimos de él
¿Qué es mi cuerpo para mí? Es una pregunta que aparentemente es muy fácil de responder, pero si fuéramos honestas y supiéramos que la respuesta solo la escucharemos nosotros y nadie más se enterara de lo que pienso… que diría ¿qué es mi cuerpo, para mí?….tal vez siendo honesta podría decirme que a veces es un estorbo, o que a veces es mi vehículo para realizar lo que necesito hacer, o incluso puedo sentir que es mi tormento, que es mi enemigo, que es el que me impide lograr lo que quiero, que es mi motivo de vergüenza, es el que me delata, que es un chismoso, es el que me expone a ser vista por los demás, a veces quisiera que fuera transparente y nadie lo viera…pero no ahí esta y aunque lo cubra de colores oscuros o grises, ahí sigue manifestándose como si no comprendiera que no me agrada que lo vean y cuando es visto no conforme se manifiesta aún más, con mi ruborización, o cuando transpiro de manera exagerada…es que acaso no comprende…
Y pareciera que estos son los diálogos que mantengo con él, parecería que es mi peor enemigo y que confabula para hacerme la vida imposible….
Parecería que me programe para no incomodar….para querer pasar desapercibida, y lo cierto es que hay unas ganas tremendas, un deseo muy grande de ser reconocida, valorada, aceptada…. Y tu cuerpo lo sabe, porque no fue diseñado para estar escondido, para pasar desapercibida. ¿En qué momento te dijiste que no merecías ser vista? ¿En qué momento el rechazo o la poca atención de alguien te programo para mejor esconderte? ¿En qué momento callaste tu voz, para que la de los demás se escuchara?…
No sé en qué momento sería, solo estoy segura que así fue, pero a tu cuerpo no se le ha olvidado ese deseo de ser reconocido, de ser valorado, de ser visto, ya no lo juzgues como un enemigo, el solo está dejándote saber que aún hay una llama medio apagada pero aun encendida dentro de ti donde brillan esos deseos y que él puede ser, tu más fiel compañero para lograr realizarlos.
A lo mejor esto se escucha muy descabellado, pero recordemos cuando nos hemos enamorado. Que es el estado emocional y físico que más se acerca al bienestar. ¿Qué pasa? Pues es cuando surge ese deseo de ser vista y reconocida por esa persona que nos gusta y no queremos pasar desapercibidas, con vergüenza y todo pero buscamos la mirada del otro, buscamos que nos vea y cuando estamos en ese proceso hasta nos entristece si el otro no nos hizo caso o no nos vio, y bueno de ahí luego surgen muchas emociones pero lo que me interesa rescatar es como siendo las personas más tímidas o más introvertidas y háblese de cualquier tipo de físico muy altas, muy flacas o muy gordas el punto es que cuando estamos es ese estado surge ese deseo autentico y real en nosotras… el ser vistas y reconocidas, porque naturalmente esta en nosotras y en todo ser humano…y que nosotras hayamos aprendido a no reconocerlo y a no quererlo mostrar no significa que no exista.
Que es el reconocimiento, cuando tu valoras algo lo puedes distinguir de los demás y aunque haya muchos iguales, sabes que tiene de diferente de los demás, porque conoces las característica que lo hacen único. Así funciona el reconocimiento en nosotros, estamos deseos de que nos conozcan, que nos distingan de los demás como únicas, aunque parezcamos similares.
A veces nosotras mismas no nos brindamos ese reconocimiento, pues andamos por la vida queriendo seguir el ritmo que nos marcan las modas o lo que hace la vecina yo también lo quiero hacer, y vivimos exigiéndole a nuestro cuerpo que funcione y no de lata, pero lo cierto es que no nos detenemos a reconocer realmente que es lo que necesitamos nosotros, que nos viene bien a nosotras. De todo el abanico de posibilidades que nos brinda esta vida, a veces vamos exigiéndole a nuestro cuerpo que se adapte en vez de reconocer y conocer que es lo que necesita.
Es como el chiste que dice
Hola cuerpecito, ¿qué se te antoja que hagamos hoy?
Pues como ves si vamos a comer algo delicioso, unas tortas de jamón con aguacate
Si cuerpecito claro que sí, ¡vamos!
Y al otro día igual, cuerpecito ¿qué se te antoja hoy?, como ves si descansamos todo el día viendo películas, ¡está muy bien cuerpecito, claro que sí!
Y al otro día igual, cuerpecito ¿qué se te antoja hacer hoy? y esta vez el cuerpecito le dice…tengo ganas de ejercitarme como vez si vamos a correr y jugar básquet…..pero esta vez la respuesta fue diferente la persona protesta y le dice… oye cuerpecito hoy amaneciste muy exigente bájale dos rayitas pues la que manda aquí soy yo.
Que les quiero decir con esto, pues que muchas veces nos vivimos así, en desarmonía con nuestro cuerpo, pues a veces nos supone mucho esfuerzo llevarlo a un mejor lugar y que sabemos que lo necesitamos y que intuimos que si lo hacemos podríamos estar mejor, pero preferimos quedarnos con la idea de que es muy difícil, de que, para que esforzarme si las cosas no cambian, para que buscar, si para mí nunca hay nada bueno, y preferimos quedarnos en el mismo lugar aguantando esa incomodidad a la que a veces hasta nos acomodamos, para estar cómodamente-incomodas y nos quejamos de nuestras situaciones de que siempre nos pasan a nosotras las mismas cosas, de que ya hasta esperas lo peor.
Pero lo cierto es que no nos atrevemos a hacerle de otro modo, a experimentar que pasaría si empiezo hacerme caso, si empiezo a cuidarme, si empiezo a buscar nuevas oportunidades, hay una frase de Anna Beusam que dice “actuar mata el miedo” y así lo creo cuando uno empieza algo que nunca había hecho hay temor, inseguridad y hasta ciertas ganas de mejor no empezar, pero como dicen en doble AA, “solo por hoy”, es un buen lema cuando nos da por ser futuristas fatalistas, que nos da por pensar en el mañana y verlo todo gris, esto no me va funcionar a mí, voy a fracasar, no me va salir, esto no es para mí hoy no me salió, así que nunca me saldrán bien las cosas….ahí es un buen punto para detenerse y ver y situarse en el HOY, EN EL AQUÍ Y AHORA, dice una cita bíblica que me gusta aunque no soy muy apegada a la iglesia, pero me sienta muy bien, es de mateo 6:34 “para que te preocupas por el mañana, si cada día tiene su propio afán” y me parece muy razonable, mejor ocupémonos en el hoy, que desde aquí aún hay muchas posibilidades, pues hoy se escribe lo que mañana será historia así que hoy es un buen día para volver a empezar y del futuro ya nos iremos ocupando cada día.
Por eso mi invitación va por aquí, a situarnos en el aquí y ahora y reconocer que es lo necesitamos hacer por nosotras y si ya lo empezaste y ya tienes tiempo trabajando por tu bienestar, en hora buena a seguir adelante y si aún lo estas decidiendo, hoy es un buen día para iniciar este camino que de verdad no es aburrido, ni tedioso, ni lleno de sacrificios, ni de limitaciones, es más bien un camino de explorar, de autoconocimiento, de descubrimientos, de satisfacciones, de mucha esperanza y la noticia mejor es que el camino se llama vida y desde aquí tú decides si quieres vivirla o dejarla que simplemente pase y que los dias y los años sigan avanzando sin irlos reconociendo en ti o bien llenarlos de tus huellas y vivencias, ojala aceptes la invitación y caminemos juntas en este camino llamado VIDA.
PSIC. BLANCA JUÁREZ