Por la Psic. Blanca Juárez
A veces una misma se regaña y toma una postura de verdugo, nos decimos a nosotras mismas, que si estamos como estamos es por nuestra culpa o porque no podemos hacer las cosas de otro modo, y en lugar de activarnos a buscar nuevas maneras de accionar, al contrario parece que nos cortamos las alas.
Algo que tenemos que reconocer es esa frase que dice “mientras haya vida hay esperanza”, si hoy todavía amaneciste y respiras es porque todavía hay muchas posibilidades para ti.
La pregunta para comenzar es ¿Qué vida me merezco? yo pienso que todos merecemos ser felices, parece una frase muy construida y trillada, pero todos de cierta manera hemos pisado este terreno de sentirnos felices alguna vez, es una sensación de mucho bienestar, a veces esto no tiene que ver ni con cuánto dinero tengo en el bolsillo, ni con un papel, ni con cuánta gente tengo a mi cargo, yo creo que para pisar el terreno de la felicidad no se requiere de cierto status, ni de cierta edad, ni de ser hombre o mujer, éste estado es para todos, desde el más pequeño ser humano hasta el más viejo.
Es un estado que es interno y que puede ser provocado por algún momento, alguna palabra, algún recuerdo, algún evento, etc…lo cierto es que es nuestro y se alberga en nuestro interior, en nuestro ser y le podemos dar palabras para compartirlo, dar expresiones de tal manera que la gente lo note, lo perciba, es un buen estado de ánimo y es gratis!
Estar en ese estado es como si lograras centrar todo lo que eres, como si todo se alineara y pudieras vivirte en el aquí y ahora, sin embargo en algunas ocasiones estamos en el allá y entonces se dice que cuando alguien vive en el pasado suele vivir deprimido y angustiado y cuando uno vive en el futuro suele vivir temeroso y frustrado.
Ponte a pensar ¿cómo te sientes? reflexiona un poco, a lo mejor en que no te agrada la imagen que tenías antes, o en todo lo que te gustaba comer antes, o como te sentirás cuando bajes de peso, o el rebote que puede haber más adelante con tu peso, en fin el punto es que en ninguno de esos lados nos sitúan en lo que sí está pasando ahorita, en que estamos presentes en nuestras vidas.
Por qué les digo esto, porque precisamente para brindarnos la vida que merecemos es necesario estar aquí y ahora, con lo que sí está pasando, con el cómo estamos y cómo nos sentimos hoy.
Lo que hiciste ayer ya no cuenta y lo que podrías hacer mañana tampoco, tu concéntrate en que “solo importa hoy” y es una buena herramienta, pues si uno se pone a pensar, en este momento y solo en este, se concentra todo el poder de hacer cambios en tu vida pues ya el pasado ya no se modifica y el futuro aun no llega, así que la oportunidad de hacernos una vida más agradable y con más bienestar es hoy, hoy es una buena oportunidad para empezar a danos esa vida que merecemos, plena y llena de satisfacciones.